Urdax

Pequeña localidad del extremo más septentrional de Navarra, rodeada de prados verdes y montes de mediana altura. Es una población muy antigua con unas cuevas prehistóricas de indudable valor.



En la edad media fue un hito en el Camino de Santiago y se construyó el Monasterio y Hospital de peregrinos.
El Monasterio de San Salvador de Urdax fue construido con piedra roja del Baztan. Éste, en sus comienzos, fue un hospital de peregrinos, atendido por la orden de los Agustinos. En 1793, poco después de la Revolución Francesa (en las Guerras de la Convención), los franceses prendieron fuego a Urdax. Lo cual atestigua parte del claustro, que aún muestra síntomas de aquel incendio. Tras las desamortizaciones de Mendizábal, parte del Monasterio pasó a manos privadas, el resto a la orden francesa de Tremonté.
Dentro del Monasterio se encuentran las tumbas de personajes destacados que habitaron en Urdax, como la de Don Juan de Etxenike, hombre que consiguó enriquecerse en las Américas. De hecho, mucha gente, tanto de Urdax como de pueblos cercanos, debido a su cercanía a las costas, probaron suerte en las américas. Uno de los ejemplos curiosos que así lo prueban son algunas de las casas construidas en Urdax, mezcla entre caseríos y estilo colonial. Así, por ejemplo, el restaurante"Indianoa Baita".

El molino de Urdax está situado en una de las casas del pueblo. Es una casa aparentemente igual a las demás, lo único que le diferencia es un cartel a su entrada donde está escrito: "Errota", molino en Euskera.
Éste es otro de los reclamos turísticos del pueblo. Los visitantes pueden conocer su funcionamiento, tan rudimentario como sofisticado. Trabaja mediante la fuerza hidráulica. Un canal transporta el agua desde el río hasta el interior del habitáculo. Allí, una serie de engranajes, que se ponen en movimiento gracias al empuje del agua, transforman el maíz en harina.

El Hotel Irigoeinea, situado a la entrada de la localidad, es una antigua casa-torre bicentenaria, construida de piedra de mamposteria a cal y canto y sillería. Casa palacio, aduana, cuartel de carabineros, llega hasta hoy tras una importante restauración. Una cuidadosa y exquisita rehabilitación que ha querido dejar a la vista los elementos más significativos de la arquitectura de este precioso caserón.

También se conserva la casa natal de Pedro Axular, autor del primer texto literario en euskera que se conserva.